Kanino, dirigida por el famoso director Yorgos Lanthimos, es una película que narra la historia de una familia compuesta por una pareja de esposos y sus tres hijos, quienes llevan su vida de una forma muy particular, dado que están encerrados en una “burbuja” (su casa) aislados de la civilización. En esta obra audiovisual se abordan profundas temáticas filosóficas y psicológicas, enfocándose en el sujeto, la educación, su formación y la emancipación. En el desarrollo de este tema nos inclinaremos en cuestiones relacionadas principalmente al ámbito educativo y responderemos las siguientes preguntas: ¿Es el sujeto moldeable como una arcilla? ¿Qué papel cumplen los métodos de educación en el adoctrinamiento de un hombre? Y finalmente, ¿Es la emancipación el resultado de una formación?
“Un perro es como arcilla, nuestro trabajo es moldearla”… Estas palabras dichas por el entrenador de perros que se relaciona en la película despiertan un interrogante: ¿Es aplicable esta afirmación al ser humano? Apresuradamente, podríamos decir que sí, pues en el transcurso de esta cinta se logra apreciar cómo tres seres humanos son “moldeados” sin escrúpulos por sus padres. Se muestra al educador, representado principalmente por la figura paterna, como un poderoso ser que tiene la autoridad y el poder de construir un mundo imaginario para sus hijos, limitando su crecimiento individual. El resultado de esto son tres adultos con mirada de niños, a quienes se les ha arrebatado el derecho a ser libres en el desarrollo de su pensamiento. Esta representación teatral nos permite considerar la gran responsabilidad que tiene la educación en una comunidad, ya que a partir de ella se puede moldear prácticamente una nación. Ahora bien, educar significa tener poder para crear sujetos críticos y creativos, o sujetos limitados fáciles de manipular para el beneficio de unos cuantos. La educación libre genera igualdad de condiciones, vence las limitaciones y nos hace convivir en armonía con el mundo. Aunque esto es sólo una película, en su contenido revela los mecanismos usados para producir sujetos útiles para un capitalismo depredador, y a continuación analizaremos algunos de ellos.
La relación padres e hijos está influenciada por una pedagogía basada en el mito, los premios y castigos, y principalmente el miedo. El padre y la madre distorsionan la realidad de sus hijos planteándoles la existencia de un hermano que nunca han visto, y que este es devorado por un gato como consecuencia de su desobediencia. Además, les hacen creer que los aviones caen y son objetos de juguete. Aunque esto no es una escuela institucionalizada, existen unos saberes que se transmiten constantemente, tales como el significado amañado de ciertos conceptos, como coño y zombie, y la idea transmitida de que solo se obtiene la independencia cuando el sujeto mude cualquier diente canino (izquierdo o derecho) y este le vuelva a crecer (situación que nunca se presentará en un ser humano). Estas ideas se refuerzan con insistencia mediante un mecanismo de premios y castigos, lo que les permite tener mayor control de las conductas de los chicos. Los tres jóvenes ejemplarizados aquí son el producto de una realidad vivida en un pequeño fragmento de tierra. Por lo repasado anteriormente, se puede evidenciar cómo el uso de ciertos mecanismos dirigidos hacia un objetivo en concreto puede generar resultados tanto positivos como negativos, en este caso, indiscutiblemente, en la educación de un sujeto.
Ya hemos cuestionado hasta qué punto se puede “moldear” a un hombre, y es aquí cuando entra en juego la formación personal. “La mayor” de las hermanas comienza a explorar mediante la influencia de la compañera marital de su hermano otro modo de ver la vida a través de diferentes hallazgos encontrados. Este ser comienza a cuestionarse y a formar un criterio propio sobre la existencia y es descubierta cuando comienza a imitar lo que ve en el televisor a través de sus acciones. Como mecanismo, su padre la reprende pegándole en la cabeza, pero esto no es suficiente, ya que esta persona se ha encargado de su propio proceso de formación, preguntándose entre otras cosas, por qué su mamá habla sola en la habitación (acción de comunicarse telefónicamente con su padre) y razonando sobre cuándo llegaría el momento de mudar su canino, es decir, el día de su emancipación. Finalmente, sus decisiones la llevan a emanciparse y tomar su propio rumbo a partir de lo que se le transmitió: mudar su canino e irse en el automóvil (la única forma segura de marcharse). Sus hermanos parecen quedar presas del miedo en la burbuja de su hogar, mientras que su hermana se aventura osadamente a abandonar el nido y aventurarse al mundo exterior. Aquí es concluyente un hecho: el hombre puede ser moldeado, pero este también tiene la capacidad de moldearse a sí mismo condicionado a una motivación propia. “La mayor”, a diferencia de sus dos hermanos, fue quien se cuestionó y fue más allá de los asuntos, teniendo en cuenta que los tres sujetos estuvieron expuestos a la influencia de esta mujer. Así como Eva en el paraíso tomó la decisión de comer del fruto prohibido, con la motivación propia de ir más allá y conocer “lo malo y lo bueno” a plenitud.
Finalizando, destacamos el importante papel que juega la educación en una sociedad, ya que tiene el poder de crear seres “útiles” para la civilización. No obstante, esta debería usarse siempre en pro de la libertad individual del ser humano y el bienestar de una colectividad, y no hacia la ambición egoísta de unos cuantos. Por otro lado, a través de este filme encontramos que el crecimiento integral de una persona no solo está a cargo de la escuela y el docente, sino de los padres, hermanos, vecinos, amigos, colegas y compañeros, quienes hacen parte de una red humana capaz de influenciar activamente la formación de una persona. Quienes nos estamos preparando para ser docentes activos en la educación, enseñanza y formación de sujetos, deberíamos tener el compromiso consciente de estar dispuestos a mantener la motivación de nunca dejar de aprender, para así ser una nutritiva fuente de saberes pedagógicos, que emplee métodos transformadores en la acción educativa para que los estudiantes se formen como seres íntegros en una sociedad.